Oración del Popol Wuj
Esta era, pues, la súplica de sus corazones:
-¡Que amanezca!, tú de los cinco días,
tú, Jun Raqan,
tú, Corazón del Cielo y
de la tierra.
tú, proveedor de la abundancia y
del alimento.
tú, dador de hijas
de hijos.
Desparrama,
deja caer lo que es verde
lo que es maduro.
Concédeles vida y
Desarrollo a nuestras hijas,
a nuestros hijos.
Que se multipliquen,
Que crezcan lo que te sostengan,
los que te guarden,
los que te invoquen en los caminos,
en las veredas;
en los ríos
en los barrancos;
debajo de los árboles,
debajo de los bejucos.
Dale sus hijas,
sus hijos.
Que no haya desgracia,
desastre,
infortunio,
desventura
Que nadie los engañe destras
ni delante.
Que no lleguen a ser juzgados,
que no se hieran,
que no sean abusados,
que no sean condenandos por la justicia.
Que no caigan en la bajada del camino
En la subida del camino.
Que no haya obstáculo,
ni tropiezo detrás,
ni delante de ellos.
Ubícalos en el camino verde,
en la vereda verde.
Que no tengan desgracia,
ni desastre;
por tu culpa
por tu conjuro.
Que sea buena la existencia de los que te dan sustento,
de los que proveen en tu boca y
en tu presencia.
¡Tú, Corazón del Cielo,
tú, Corazón de la Tierra,
tú, Envoltorio Sagrados,
tú, también, Tojil
Awilix
Jaqawitz;
bóveda del Cielo.
superficie de la Tierra;
las cuatro esquinas,
los cuatro lados!
¡Que sólo haya Claridad,
que sólo haya paz ante tu boca,
ante tu presencia, tú, divinidad!
Popol Wuj (traducción de Luis Enrique Sam Colop)